Observación de una parte del Universo gracias a MUSE. Izquierda: Demarcación del quásar y la galaxia estudiada aquí, Gal1. Centro: Nebulosa formada por magnesio representada con una escala de tamaño. Derecha: superposición de la nebulosa y la galaxia Gal1. Crédito: ©Johannes Zabl
Observación de una parte del Universo gracias a MUSE. Izquierda: Demarcación del quásar y la galaxia estudiada aquí, Gal1. Centro: Nebulosa formada por magnesio representada con una escala de tamaño. Derecha: superposición de la nebulosa y la galaxia Gal1. Crédito: ©Johannes Zabl

Las galaxias pueden recibir e intercambiar materia con su entorno externo gracias a los vientos galácticos creados por explosiones estelares. A través del instrumento MUSE del Very Large Telescope de la ESO, un equipo de investigación internacional, dirigido en el lado francés por el CNRS y l'Université Claude Bernard Lyon 1, ha cartografiado un viento galáctico por primera vez. Esta observación única, que se detalla en un estudio publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society el 16 de septiembre de 2021, ayudó a revelar dónde se encuentra parte de la materia faltante del universo y a observar la formación de una nebulosa alrededor de una galaxia.

Las galaxias son como islas de estrellas en el universo y poseen materia ordinaria o bariónica, que consta de elementos de la tabla periódica, así como materia oscura, cuya composición permanece desconocida. Uno de los principales problemas para comprender la formación de las galaxias es que falta aproximadamente el 80% de los bariones que componen la materia normal de las galaxias. Según los modelos, fueron expulsados ​​de las galaxias al espacio intergaláctico por los vientos galácticos creados por explosiones estelares.

Un equipo internacional liderado en el lado francés por investigadores del CNRS y l'Université Claude Bernard Lyon utilizó con éxito el instrumento MUSE para generar un mapa detallado del viento galáctico que impulsa los intercambios entre una galaxia joven en formación y una nebulosa (una nube de gas y polvo interestelar).

El equipo eligió observar la galaxia Gal1 debido a la proximidad de un quásar, que sirvió como "faro" para los científicos al guiarlos hacia el área de estudio. También planearon observar una nebulosa alrededor de esta galaxia, aunque el éxito de esta observación fue inicialmente incierto, ya que se desconocía la luminosidad de la nebulosa.

El perfecto posicionamiento de la galaxia y el quásar, así como el descubrimiento del intercambio de gases debido a los vientos galácticos, hicieron posible la elaboración de un mapa único. Esto permitió la primera observación de una nebulosa en formación que simultáneamente emite y absorbe magnesio (algunos de los bariones que faltan en el universo) con la galaxia Gal1.

Este tipo de nebulosa de materia normal se conoce en el universo cercano, pero solo se había supuesto su existencia para galaxias jóvenes en formación.

Así, los científicos descubrieron algunos de los bariones faltantes del universo, confirmando así que el 80-90% de la materia normal se encuentra fuera de las galaxias, una observación que ayudará a ampliar los modelos de evolución de las galaxias.

Más información: Johannes Zabl et al, MusE GAs FLOw and Wind (MEGAFLOW) VIII. Descubrimiento de un halo de emisión de Mgii probado por una línea de visión de cuásar, Avisos mensuales de la Royal Astronomical Society (2021). DOI: 10.1093/mnras/stab2165

Información de la revista: Monthly Notices of the Royal Astronomical Society